27 de enero de 2010

Mi perro adolescente


En nuestro perro, etre los 5 y los 12 meses de edad, tiene lugar el que es sin duda uno de los periodos más llamativos de su vida, se produce su maduración sexual, lo que conlleva la afirmación de su propia individualidad y el completo desarrollo dek carácter del animal.

¿Cual es su situación?

Al llegar a esta edad el cachorro debe haber aprendido ya unos principios básicos que faciliten su convivencia en un nucleo familiar. Normalmente, se sabe su nombre (esto seguramente lo aprendió los primeros días desde su llegada a casa), acude a la llamada del propietario y se ha convertido en un animal limpio.

¿Cual es el siguiente paso?

Entre las cosas nuevas que tu compañero tendrá que aprender en esta periodo de su vida algunas son tan importantes como caminar con traílla (correa), no correr tras los vehículos, dominar las ocasionalmente excesivas muestras de cariño (no malinterpretéis, se refiere a que debe aprender cuando hay que parar, ¡el cariño nunca sobra!), dominar su agresividad y no ladrar si no hay razón para ello.
Junto a este madurar fisiológico, el perro va madurando también psicológicamente. Será más que evidente la aparición de una gran fijación y admiración hacia sus "amos" (no me acaba de gustar ese término), también podremos ver en él un carácter alegre, obediente y con una marcada inclinación hacia el juego. El aceptará la educación, asume las costumbres de sus propietarios, es decir, aprende a convivir con nosotros.

¿Cual debe ser mi actitud?

El propietario deberá jugar una especie de "doble papel", de un lado el de amigo y compañero con el que el perro interactúa, juega y establece una profunda relación afectiva siempre basada en la amistad, pero por otro debe emplear su autoridad para iniciar al perro en un proceso educativo que se desarrollará a lo largo de los siguientes meses, además de enseñarle el papel que ocupa dentro de casa.

¿Cómo puedo ayudarle?

Ahora que nuestro amigo ya tiene todas las dosis de vacunas y está convenientemente protegido(obviamente, contamos con que sea así, de lo contrario es lo primero por lo que tenemos que empezar), es el momento de salir a la calle. Tu perro debe relacionarse con otros perros, y también otras personas ya que de esas relaciones nacerá la seguridad en sí mismo y una importante tolerancia hacia los demás, formándose así un animal de carácter equilibrado. Recordemos que el juego posee una gran fuerza educativa.
Un valor añadido al juego es el ejercicio, nuestro perro adolescente tiene elevadísimas reservas energéticas y necesita gastarlas diariamente. Piensa, un paseo alrededor de la calle puede estar bien para un perro anciano, pero resulta insuficiente para un perro joven que goza de buena salud. Condenarle a una vida sedentaria hará que nuestro amigo enferme física y psíquicamente, además, la acumulación de energías que no puede descargar mediante el juego y el ejercicio provocará sin duda conductas destructivas en el perro.

Importante, ¡no tirar de la correa!

Es realmente frecuente ver en la calle a propietarios siendo literalmente arrastrados por su perro y muchos habremos pensado alguna vez cosas como "pobre, seguramente lleva mucho tiempo sin salir y por eso tiene tanta ansiedad", pero pensar en eso y eximir de culpa al animal es un error.
El hábito de tirar de la correa es aprendido por el perro en los primeros meses de vida, ya que cuando es jovencito no nos preocupamos por ello, sus fuerzas son escasas y no nos resulta molesto contenerle, es decir, se lo permitimos. Es entonces cuando el cachorro aprende que si quiere alcanzar su objetivo debe tirar con todas sus fuerzas, y como nosotros tiramos de ella en sentido contrario, el cachorro finalmente entiende que las correas se inventaron para tirar de uno o del otro lado.

Para evitarlo, en el mismo momento en el que tu perro empiece a tirar de manera excesiva, detente. Espera hasta que el animal deje de tirar y se siento o se tumbe (todos acaban haciéndolo, algunos tardan 2 o 3 minutos). Cuando deje de tirar y se siente, felicítalo por ello y da un nuevo paso al frente, lo más probable es que tu querido amigo empiece a tirar con fuerza por lo que de nuevo deberás de mantenerte firme, inmóvil, y espera a que el perro se siente de nuevo. Repite el ejercicio siempre que sea necesario e irás notando como el perro va aprendiendo a tirar con menos fuerza y tarda cada vez menos tiempo en sentarse. En cuanto el perro asimile el hecho de que si tira nos quedamos quietos y si no tira paseamos, comenzará a caminar tranquilamente a tu lado.

Otras conductas impertinentes

A esta edad aparecen también conductas poco deseables como saltar sobre las personas o montar las piernas de la gente. Lo primero es que estos comportamientos no deben tolerarse ni recibirse con risas por que el perro no es tonto, de esa manera el entiende que nos gusta lo que hace y así se refuerza el mal hábito, perpetuándolo en la edad adulta. También es un importante remarcar que este hábito, a pesar de que muchos lo hemos asociado a un comportamiento sexual, se trata más bien de un intento de dominación exenta de agresividad.
¿Y por que hace esto? Es fácil de entenderlo si nos paramos a pensar como lo haría un perro (que gran error es intentar comparar nuestra mente con la suya). Nuestro amigo tan sólo está tratando de establecer un nuevo orden en la familia, por decirlo de una manera lo que quiere es subir o progresar en la escala jerárquica, ya sea respecto a otros perros con los que convive (provocando peleas), o respecto al propietario y su familia.

Muchas veces puede parecer que ha olvidado órdenes que ya creíamos aprendidas, o incluso puede llegar a gruñir amenazadoramente a su amo. Por favor, no os dejéis intimidar, realmente es lo peor que podéis hacer, tan sólo es una especie de pulso con el que os está retando para ver quién tiene más autoridad. En estos momentos, es importante marcar vuestra superioridad con actos como, por ejemplo, bajarle la cabeza al suelo mientras le agarráis firmemente la piel del cuello. Evidentemente no es una medida con la que agredirle, por lo que no deberíais hacerle daño, tan sólo estáis marcando vuestra posición con autoridad.

Son sólo unos consejos para que vuestra mascota aprenda a convivir con vosotros, veréis que con un poco de esfuerzo, y algo de paciencia, tendréis grandes resultados.

Abrazos fieros para todos.

1 comentarios:

L u l ü dijo...

Hola Sanchete!

Muuuy interesante, me gusto mucho!