30 años sin Félix

Han pasado 30 años desde que Félix Rodríguez de la fuente dejó nuestro mundo, 30 años en los que muchos de nosotros no tuvimos la oportunidad de conocer directamente a alguien que capturó el corazón de millones de personas. Pero aún hoy sentimos su presencia.

En la reedición de la genial serie "El hombre y la tierra" se editó un DVD aparte en el que se cuenta la vida de este gran hombre, y como me parece una recopilación sublime de su historia hoy os la traigo a vosotros para homenajearle todos juntos.

Mente soñadora.

Félix Samuel Rodríguez de la Fuente nació el 14 de marzo de 1928 en Poza de la sal, pueblo de pastores de la provincia de Burgos. El mismo día en el que 52 años después fallecería, se inició el ciclo de una vida que cambiaría la forma en la que millones de personas miraban y entendían la naturaleza. Sus padres, Samuel Rodríguez y Marcelina De la Fuente, tuvieron dos hijos: Félix y Mercedes.
Los rudos paisajes castellanos marcarían la personalidad de un niño curioso que no terminaría de abandonar aquellas paramedas que tan feliz infancia le brindaron.

Se curte un orador.

En 1946 Félix se traslada a Valladolid dónde ingresa en la universidad para estudiar la carrera de medicina, siguiendo el consejo paterno. Con 18 años, y lejos de su casa, Félix se entrega a sus inquietudes. La lectura, el deporte y las distracciones de una ciudad como Valladolid, ponen en segundo plano los estudios universitarios.
Gracias a dos de sus mejores atributos, la oratoria y la memoria, Félix va sacando con altísimas calificaciones las asignaturas de su carrera, sin resignarse por ello a dejar de lado sus aficiones, como el atletismo, ganando el campeonato universitario de 400 metros lisos.

Durante estos años, el destino quiso unir la trayectoria de Félix con la de un jóven que más tarde se convertiría en uno de los mejores biólogos que ha dado este país, Jose Antonio Valverde. Gracias a él, Félix pudo hondear en su pasión por la naturaleza y los animales, descubriendo su verdadera vocación. Conocerse fue trascendental para los dos ya que coincidían en inquietudes poco comunes para la época. Entre ellas, se encontraba el excéntrico reto de resucitar un arte medieval, la cetrería.

Sobre las alas de un Halcón.

En 1954 se crea la sociedad española de Ornitología, siendo Félix uno de los firmantes del acta fundacional. Sus intensas relaciones internacionales con otros cetreros y biólogos, que luchan por un cambio de mentalidad, cristalizan en 1963 en el congreso internacional para la protección de las aves de presa en Caén, Francia, dónde presenta su trabajo sobre las poblaciones del Halcón Peregrino en España. Desde la plataforma, y gracias a estudios de campo que realiza personalmente, en 1966 se consigue proteger el Halcón Peregrino y las rapaces nocturnas en España.

En España, de la mano de Félix, se convierte en un referente para la comunidad internacional al ser el primer país Europeo que crea este tipo de leyes conservacionistas. Félix, consciente de la importancia de trasladar este mensaje a la sociedad, escribe artículos en revistas, y su primer largometraje "alas y garras" ganaría varios premios, como el arquero de bronce, en el festival de Gijón. También colabora como asesor de cetrería en la producción americana del Cid, protagonizada por Charlton Heston y Sophia Loren.

En 1964, a petición del gobierno español, captura y lleva a Arabia Saudita dos halcones peregrinos, entregándolos al rey Saud. En Octubre de ese año gana un concurso internacional de cetrería, y se abre la puerta de lo que sería una vida entregada a la comunicación. Félix aparece en la portada del ABC y es invitado al programa "Fin de seman", dónde embelesa durante 5 minutos a los españoles, hablando de su Halcón Durandal. Cuatro años más tarde sus conocimientos cetreros le permitieron desarrollar una acción pionera en España, que aún hoy sigue vigente como único método efectivo frente al control de aves en aeropuertos.

La voz de la naturaleza.

Recién terminada la carrera de medicina, Félix se traslada a Madrid dónde culmina la especialidad de estomatología con el premio extraordinario "Landete Aragón". Poco después comienza a trabajar en la clínica del Dr. Baldomero Sol, pero únicamente a media jornada ya que el resto del tiempo lo reservaría para dedicarse a su verdadera pasión, la cetrería y los estudios de campo. Sin embargo, a los pocos años, Félix abandonaría definitivamente la profesión de dentista para realizarse como cetrero y divulgador.

Apostando por su verdadera vocación, Félix se aventura en el mundo de la comunicación. Así realiza su segundo trabajo cinematográfico, publica su primer libro, "El arte de la cetrería", colabora en el programa "Fin de semana" durante dos años y escribe para la revista "Blanco y negro", con un gran éxito. En los años que siguieron a su primera aparación en televisión, Félix trabajaría inentirrumpidamente, pasando a hablar de Halcones y otras especies animales a introducir temas tan innovadores como la biosfera, el comportamiento animal y la contaminación.

Su éxito fue instantáneo, presentando espacios como "Nuestro amigo Félix", "A toda plana", "Imágenes para saber", "Vida salvaje", "Fauna" y "Planeta azul", convirtiéndose ésta última en la serie de divulgación más larga de la historia de televisión española. En el frente editorial, Félix continúa su carrera divulgativa, que culmina con la publicación de la enciclopedia mundial de la fauna. La enciclopedia mundial de la fauna cosechó un éxito sin precedentes, en España fueron vendidos más de 18 millones de volúmenes. Fuera de nuestras fronteras, la obra fue traducida a 14 idiomas, llegando a más de 22 millones de volúmenes vendidos.

La mirada del lobo.

Un amigo de Valladolid fue quién aviso a Félix de que, en el transcurso de un festejo en un pueblo de la zona, se dedicaban a arrastrar por las patas a tres cachorros de lobo. Rápidamente se trasladó, encontrándose aún con vida a dos de ellos, acogiéndolos y llevándolos a su propia casa. Dos lobeznos, dos huérfanos que apenas acababan de abrir los ojos y que le dieron la oportunidad de conocer verdaderamente al lobo.

Poder criar lobos le brindó también la oportunidad de profundizar en el comportamiento social de estos animales, y descubrir así otra de sus grandes pasiones, la etología. Basándose en los estudios etológicos con las ocas de su amigo el premio Nobel Conrad Lorenz, Félix troqueló a los lobeznos para así poder observarlos y trasladar a la comunidad científica uno de los primeros y más extensos estudios sobre este animal. Sus observaciones sobre comunicación gestual y corporal fueron trasladadas, con el apoyo de didácticos dibujos, a la enciclopedia de Salvat.
Al igual que ocurrió con el Halcón, sus estudios y presiones dieron lugar a que en 1970 el lobo pasara de ser considerado de una alimaña a una especie cinegética, evitando su caza indiscriminada.

El hombre y la tierra.

Plantearse el rodaje de esta serie fue enfrentarse a todo un reto, y a una gran oportunidad. 70.00 metros de película, 4 equipos de cámaras de superficie, un equipo de cámaras submarinas, 15 técnicos cualificados y la ayuda de 4 organismos del gobierno venezolano permitieron crear una serie televisiva que pasó a ser la obra de referencia entre los documentales de naturaleza, tanto españoles como extranjeros, y por supuesto dirigida por Félix Rodríguez de la Fuente.

El hombre y la tierra fue pionera en la historia del cine documental al captar imágenes del comportamiento animal nunca antes vistas, e incluso rodar por primera vez especies como el Desmán del pirineo. Televisión española pasó a convertirse en una de las más grandes y reconocidas productoras de documentales de naturaleza en el mundo, equiparándose e incluso superando los programas realizados por la BBC.
Cinco años de rodajes por toda España, tratando de capturar las escenas más desconocidas e íntimas del comportamiento animal, para trasladarlas al público español, dieron como resultado el desarrollo de técnicas e innovaciones que aún hoy son utilizadas.

El éxito de la serie no se hizo esperar, cosechó premios nacionales como el Ondas y la Antena de oro e internacionales como el de Montecarló, el de París de de misiones científicas y el Walt Diesney. Además, la serie fue incluso reconocida recientemente como la mejor producción de la historia de la televisión por la academia de las ciencias y las artes de la televisión. En el extranjero fue distribuida por todo el mundo, traduciéndose a idiomas como el japonés y el ruso y alcanzando por dónde pasaba un gran éxito de audiencias.

Embajador de la naturaleza.

Félix fue un conservacionita, un ecologista convencido y un activista. Utilizó todas las herramientas de las que dispuso para comunicarnos su mensaje, se metió hasta el fondo en todos aquellos temas que se propuso tocar, no es sólo un icono estético de la naturaleza. Félix era importante por lo que tenía acceso al poder y a los medios para cambiar las cosas, pero con su desaparición el movimiento social de conservación de la naturaleza perdió una conexión importantísima con las "altas esferas", que ahora apenas se está recuperando. Toda una generación de chavales aprendió a distinguir un lobo de un zorro gracias al trote lobero, a no confundir un ratón con un lirón careto. Los jóvenes salían de casa hablando, comentando y sabiendo que era el Serengeti, la tribu de los Yanomami o las formaciones rocosas de Roraima, y todo eso lo consiguió Félix.

Se cierra un ciclo.

El 4 de Marzo de 1980, Félix presenta ante el rey y el gobierno la primera estrategia mundial para la conservación de los recursos vivos y un desarrollo sostenible. A los 6 días se dirije a Alaska dónde se reune con su equipo para rodar el Iditarod, la carrera de trineos, tirados por perros, más importante del mundo. El 14 de Marzo, día de su 52 cumpleaños, Félix, Teodoro Roa y Alberto Mariano toman una avioneta, pilotada por Warren Dobson, para trasladarse a Nome, pero nunca llegó. Su muerte produjo una reacción multitudinaria, como ninguna otra muerte de nuestra nación ha provocado nunca.

Al día siguiente el país entero se levantó entre lágrimas al ver la portada del diario ABC, dónde el genial dibujante Mingote ilustró la tremenda noticia con el dibujo de un lobo, mirando a las estrellas y llorando. La figura de Félix provocaba en el colectivo español esa sensación de familiaridad, no era sólo un líder mediático, era alguien de la familia y millones de personas ese día sintieron como quedaban huérfanas.

Félix, a lo largo de su trayectoria, desestabilizó los cimientos de una visión fuértemente arraigada de agresión y dominio hacia la naturaleza, lo que consiguió adentrándose, en todos los ámbitos, con el fin de despertar el innato sentido de pertenencia y respeto a la tierra que todos albergamos. Su fuerza ante este desafío, y su carisma, convirtieron a félix en un fenómeno social que con el tiempo cristalizaría en leyenda. Félix siempre supo que su misión era una herencia para el futuro, y 30 años después de su muerte Félix sigue vivo en aquellas personas que en todo el mundo luchan por defender la vida y la propagación de una nueva conciencia de respeto a lo que verdaderamente somos.


Abrazos fieros para todos.