Somos animales

¿Somos animales?

Evidentemente, no es lo mismo nacer humano que nacer perro, besugo, sapo, rata o tórtola y eso es por que los primeros de la lista verán siempre sus intereses reconocidos, valorados y muy probablemente remunerados.

Desgraciadamente solo le damos importancia a aquellos que son como nosotros, y no demostramos ni el más mínimo interés por la vida o muerte de la mayoría del resto de animales, por que SÍ, somos animales. La única diferencia es que nosotros nos hemos olvidado de ello. No hace falta ni decir que la relación que mantenemos con el resto de animales, con los que estamos compartiendo este maravilloso planeta, no es para nada adecuada. ¿Es esto sólo por que somos superiores? O mejor dicho, ¿es por que nos creemos superiores? ¿Que pasaría si llegase a La Tierra una raza alienígena superior a nosotros? Si aplicamos la misma regla de tres, en ese caso nos las veríamos muy negras.

Nuestra actitud.

Estamos acostumbrados, y cada vez más, a situar a otros individuos como por ejemplo gallinas, conejos o ratas (y, en general, cualquier animales no humano), en un "escalón moral" más bajo, imponiendo nuestra voluntad por encima de todo y sometiendo a cuantas especies caen bajo nuestra mirada bajo nuestro cruel criterio, hasta el punto que llegamos a decidir quién debe vivir y quién debe ser libre, sin dar importancia ni valor alguno a sus vidas. Y si, se que hay unos "límites justificados" que cubren algunas necesidades básicas como la alimentación, pero todos sabemos que esos límites los hemos cruzado hace tiempo, y además los utilizamos para justificar nuestra actitud discriminatoria.

Lo admitamos o no, hemos basado nuestra forma de vivir en convertir cualquier recurso de la naturaleza en nuestra posesión exclusiva, hemos pasado de considerar a los otros animales como“alguien” para transformarlos en “algo”. Han pasado de ser individuos independientes e incluso con intereses propios a ser una simple "propiedad", máquinas a nuestro servicio.

Animales que se creen personas.

Eso es lo que realmente somos, y entenderlo es sin duda la asignatura pendiente de la evolución humana. No somos capaces de entender que no somos diferentes de los animales. No nos damos cuenta de que seguimos teniendo instintos y no debemos negarlos. Estamos perdiendo nuestra identidad, o mejor dicho, la estamos sustituyendo por una identidad falsa.

Abrazos fieros para todos.