25 de noviembre de 2009

La importancia de una correcta vacunación

Las vacunas de nuestros perros y gatos tienen la misma importancia que las vacunas en los niños. Esto es porque en mascotas de corta edad las vacunas son las encargadas de proteger el sistema inmunológico del animal, el cual es aún inmaduro y, por lo tanto, su respuesta debe optimizarse tanto en gatos como en perros.

Para nuestros amigos los perros, la única vacuna obligatoria en nuestro país es la antirrábica (además del microchip), en el caso de nuestros gatos únicamente es obligatoria la identificación. Sin embargo, esto no significa que esas sean las únicas medidas que debamos tomar.

Son muchos los propietarios que "racanean" un poco con los gastos que demanda el calendario de vacunaciones, aun que cabe recordar que el control sano de mascotas siempre resultará mucho más económico que el tratamiento de una enfermedad declarada, la cual también significará el sufrimiento de su mascota e incluso dejar secuelas permanentes. Lamentablemente, habrá muchos que ni siquiera se enteran de las vacunas que deberían inocular a sus mascotas, por lo que perros y gatos pasarán toda su vida expuesta a potenciales enfermedades y sufrimiento.

A continuación voy a explicar un poco las enfermedades contagiosas más peligrosas en perros y gatos, y que se pueden evitar fácilmente:

Perros:

Parvovirosis: También se le puede llamar gastroenteritis hemorrágica. El Parvovirus Canino es un virus considerado literalmente como "nuevo", siendo detectado por primera vez en el perro en el año 1976-1977. Se trata de un virus sumamente resistente, puede permanecer activo en suelos contaminados por materia fecal infectada por más de 6 meses, la mayoría de los detergentes y desinfectantes no pueden eliminarlo, el cloro o agua lavandina es un desinfectante eficaz, barato y que se consigue fácilmente. Los primeros signos de la enfermedad del parvovirus canino son generalmente vómitos y diarreas severas, que se producirán a menudo a los 5 o 7 días de haber contraído la infección. En algunos casos, el primer signo serán heces fecales liquidas con manchas de sangre (diarrea sanguinolenta). Los animales con parvovirus canino pueden deshidratarse rápidamente debido al vomito y la diarrea, también se observara la perdida de apetito y la depresión.

La mayoría de las muertes por parvovirus canino ocurren dentro de las 48 – 72 horas después de la aparición de los signos clínicos. Los cachorros corren mucho más riesgo de muerte, que puede sobrevenir en cuestión de dos días después de haberse declarado la enfermedad. Aproximadamente el 75 % de los cachorros menores de 5 meses y el 2 al 3 % de los perros mayores mueren por esta enfermedad a causa de una inflamación del corazón (miocarditis), sobretodo en el caso de cachorros de menos de 3 meses de edad. No existe tratamiento especifico, los cachorros que sobreviven pueden quedar con algún defecto cardiaco permanente que, en algunos casos, puede provocarles la muerte por insuficiencia cardiaca unas semanas o meses después de haberse recuperado de la enfermedad.

El único "tratamiento" para combatir la enfermedad se basa en suprimir el aporte nutricional y de líquidos por vía oral. A los perros afectados se les suministra fluidoterapia (suero) por vía intravenosa para evitar o corregir la deshidratación. Y todo esto por ahorrarte 23€.

En la clínica dónde estoy, en menos de un més que llevo allí, ya son 4 los animales que han fallecido por esto, todos eran cachorros. Los perros adultos, a menos que se coja demasiado tarde, suelen superarlo.


Moquillo: El moquillo o distemper canino es una enfermedad producida por el virus distemper, que tiene una estructura muy similar al virus del sarampión humano. Se conoce como una enfermedad de alta mortalidad no sólo para la especie canina sino para varias especies de carnívoros domésticos. La puerta de entrada del virus del moquillo canino es la inhalación del virus (aire), de allí pasa a las amígdalas palatinas y a los ganglios bronquiales, siguiendo su recorrido hasta el torrente sanguíne. Este recorrido lo hace en aproximadamente 48 horas, distribuyéndose luego a todo el organismo. Se contagian a menudo con las secreciones corporales de otros animales afectados por la enfermedad, pero nosotros también podemos traer al hogar el virus en ropas, zapatos o neumáticos del coche por lo que los animales domésticos de interior no están libres de la amenaza de la enfermedad.

Los síntomas de esta enfermedad son tan variados que algunos la llaman la enfermedad de los mil síntomas: decaimiento, aumento de la temperatura corporal (fiebre), presencia de una secreción mucosa de color verde amarillento en los ojos y en la nariz (conjuntivistis purulenta), tos intermitente, vómitos, diarrea , conjuntivas oculares irritadas, los pulpejos de las patas (almohadillas plantares) se encuentran endurecidos y resquebrajados y demás manifestaciones nerviosas. Para mayor comprensión, dejo esta tabla clasificatoria:

* Respiratoria: tos, estornudos, conjuntivitis, fiebre.
* Intestinal: diarrea amarillenta, vómitos aislados.
* Cutánea: pústulas, piodermias, etc...
* Nerviosa: ticks, trismo masticatorio, convulsiones.

Como véis, es una enfermedad de pronóstico muy grave, en la mayoria de los casos es mortal. Los animales que se recuperan generalmente pueden quedar con secuelas nerviosas (ocasionadas por un daño irreversible en el cerebelo) y su recuperación es un proceso muy largo y costoso. Yo nunca tendría a un animal viviendo en esas condiciones, la eutanasia es algo a considerar.

Se puede combatir con antibióticos de amplio espectro (evitan complicaciones bacterianas), limpieza de secreciones nasales y oculares (gotas oftalmologicas), sedantes y anticonvulsivantes (en caso de presentar signos neurologicos) y complejos vitamínicos y elevadores inespecíficos de las defensas (para fortalecer el sistema inmune) pero, en resumen, el moquillo es una enfermedad que no tiene cura y, de los pocos que sobreviven, la mayoría quedan con secuelas nerviosas toda la vida.

También es una enfermedad que se previene tan sólo con vacunas (la primera a los 45 días de vida del cachorro y una revacunación mensual en cachorros y anual en adultos).

Gatos:

Tifus: La Panleucopenia Felina, conocida como Tifus felino, es una enfermedad viral contagiosa causada por el parvovirus felino.

La sintomatología es variable, y puede confundirse con otras afecciones. Pueden parecerse a los síntomas de envenenamiento, o la ingestión de objetos extraños. Los síntomas pueden ser depresión generalizada, pérdida de apetito, fiebre alta, somnolencia, vómitos, diarrea severa, deshidratación o sed exagerada. La fiebre puede variar en el transcurso de la enfermedad, puede descender abruptamente poco antes de la muerte. El contagio se produce a través de sangre, orina, materia fecal, secreciones nasales o pulgas de gatos infectados.

No hay muchas esperanzas en gatos menores a 8 semanas. En gatos adultos, la esperanza de supervivencia es mayor siempre y cuando se administre correctamente el tratamiento a comienzos de la enfermedad. El tratamiento se limita a una terapia de refuerzo, ayudando al paciente a mantener las fuerzas para que pueda combatir él mismo su enfermedad. No existiendo un medicamento capaz de eliminar al virus, el aislamiento del animal enfermo es obligatorio. Si el gato sobrevive las primeras 48 horas, hay expectativas de recuperación.

Leucemia Felina:

La leucemia felina es, hoy en día, una de las causas de mortalidad más exteendida, sobre todo en lugares donde existe mucha cantidad de gatos callejeros. Estos felinos no están controlados médicamente y, por lo tanto, están expuestos en mayor grado al virus qu la produce.

Se trasmite por medio de la saliva en los gatos de edad adulta, pero las camadas nacidas de hembras infectadas, nacen ya portando esta enfermedad por la placenta o bien a través de la leche materna.

El pronóstico es, sencillamente, FATAL. La gran mayoría de gatos mueren a los pocos meses de manifestarse los signos clínicos. El retrovirus FeLV, responsable de la leucemia felina, hace que en los ganglios linfáticos (sobre todo en pulmones, riñones y mediastino) se desarrollen tumores llamados linfosarcomas. Una de las consecuencias más temidas de esta enfermedad es la anulación de las funciones de la médula ósea del gato, este hecho conlleva la aparición de una complicación sanguínea llamada anemia no regenerativa.

Una vez más, la vacuna es nuestra mejor aliada. La investigación veterinaria ha conseguido desarrollar vacunas excelentes para enfrentar al gato ante un posible contagio. El estricto seguimiento de un calendario de vacunación, preescrito por nuestro veterinario, nos evitará la desagradable sorpresa de ver cómo nuestro gato contrae alguna enfermedad. La prevención es una regla fundamental puesto que los tratamientos existentes, una vez que el gato esta enfermo, no son lo suficientemente efectivos como para salvarle la vida.

Inmunodeficiencia felina: Es el equivalente al SIDA en los humanos. El virus de la inmunodeficiencia felina (FIV) principalmente infecta y poco a poco destruye poblaciones selectas de linfocitos T (principal célula de defensa del cuerpo). Después de un prolongado periodo latente asintomático que se extiende durante años, la pérdida progresiva de los linfocitos T origina un síndrome de inmunodeficiencia caracterizado por infecciones crónicas y recurrentes. La infección es durante toda la vida y causa por último la muerte.

El FIV se excreta en la saliva y se transmite principalmente a través de inoculación directa por mordidas durante las peleas por el territorio (de aquí la mayor incidencia en machos).

Una vez que el virus penetra en el cuerpo, después de la infección inicial, llega a los nódulos linfáticos donde puede reproducirse en los glóbulos blancos llamados linfocitos-T. En consecuencia, se produce un engrosamiento generalizado de los nódulos linfáticos, aunque este estado de la enfermedad generalmente pasa desapercibido para el propietario del animal, a no ser que dicho engrosamiento sea muy visible y evidente.

Algún tiempo después, quizá días pero por lo general semanas o meses, el gato muestra síntomas como fiebre y un considerable descenso de leucocitos. Esta leucopenia se debe fundamentalmente a la falta de neutrófilos, los glóbulos blancos que protegen al gato contra las infecciones bacterianas, y también a la pérdida de esos linfocitos-T o células de ayuda que juegan un importante papel en la protección inmunológica. La anemia (bajo recuento de glóbulos rojos) también puede manifestarse, especialmente cuando la enfermedad ya está muy avanzada.

Los gatos infectados pueden parecer normales durante años. Pero cuando comience a mostrar signos de inmunodeficiencia, la capacidad del gato para autoprotegerse contra las infecciones se verá comprometida. La misma bacteria, virus, hongo o protozoo que los gatos normalmente encuentran cada día en el ambiente y que por lo general no afecta a su salud, puede causar una enfermedad muy grave en los gatos cuyo sistema inmunológico ha sido dañado por el VIF. Estas infecciones secundarias son responsables de la mayoría de signos clínicos asociados al VIF, y la principal causa de muerte en gatos VIF positivos.

Aunque el FIV es incurable, los gatos asintomáticos (sin ningún síntoma de enfermedad) pueden vivir por años antes de que se desarrolle signos clínicos, y los gatos sintomáticos pueden mantenerse durante muchos meses con el uso cuidadoso de antibióticos combinados con medidas de sostén.

Y SI, una vez más podríamos ahorrar todo esto a nuestro compañero con un simple pinchacito, aun que la mejor manera de prevenir el SIDA felino o FIV es el no dejar sueltos a sus mascotas fuera de casa.

Mi gato murió a causa del SIDA felino, ni siquiera se si estaba vacunado ya que nació cuando yo a penas tenía 6 años de vida, murió el verano de 2008. Os aseguro que fue HORRIBLE, conviví 14 años con ese animal y tuve que verlo sufrir, ver como se provocaba heridas el mismo y un largo etcétera que os ahorraré. Mi gato se contagió, según mi veterinario, unos 3 años antes del diagnóstico. La fecha coincide con una época en la que un gato callejero solía colarse en casa, y ambos se pelearon más de una vez.

¿Merece todo esto la pena por ahorrarnos un puñado de euros? Por supuesto que no, así que POR FAVOR, respetad el calendario de vacunaciones de vuestras mascotas, informaros, preguntad SIEMPRE al veterinario por que es muy posible que, si no tomáis las medidas necesarias, llegue un momento en el que sea demasiado tarde y no podáis dar marcha atrás.

Abrazos fieros para todos.

1 comentarios:

Kabuto_Kenji - かぶと けんひ dijo...

Muy interesante, gracias por esta imformación, un saludo.