22 de enero de 2010

Camaleones


Los camaleones son únicos, irrepetibles y, aun que ya muy conocidos en todo el mundo, son siempre sorprendentes.

Presentación de la especie:

Aún así, la naturaleza decidió repartirlos en una gran familia, con unas ciento sesenta especies diferentes que pueden encontrarse distribuidas en su mayoría por África, Índia e incluso en la isla de Madagascar. Además, hay camaleones en el sur de Europa, especies que han prosperado en su adaptación a esos hábitats. En España, Málaga es un lugar dónde pueden verse encaramados a los árboles, normalmente por encima de los 900 metros de altitud, aun que también los hay en Huelva, Sevilla, Córdoba, Granada, Almería, Cádiz y Murcia.

Los camaleones , cuyo nombre científico es Chamaeleonidae (del griego chamai, ‘en la tierra’, y del latín, leo, ‘león’; ‘león de tierra’) son una familia de pequeños reptiles escamosos. Tienen un origen que se pierde en los tiempos del Paleoceno, y como se puede observar, tienen grandes similitudes con los dinosaurios que poblaban la tierra.

Podemos encontrarnos con muchos tipos de camaleones. Los hay pequeños, algunos no llegan a medir de adultos ni diez centímetros, y los hay tan grandes que hasta pueden superar el medio metro. En el monte Mulanje, en Malawi, se encuentra una especie que no supera los dos centímetros de talla.

Podemos encontrar camaleones con diferentes rasgos. La mayoría tienen grandes protuberancias nasales, pero también los hay más llamativos como por ejemplo con crestas en la cabeza (Chamaleo Calyptratus, entre muchísimos) o incluso con cuernos como el Chamaeleo jacksonii, más conocido como Camaleón de Jackson.

Curiosidades:

Ojos: Su globo ocular es realmente grande y presenta un curiosísimo relieve externo. Los ojos pueden moverse independientemente el uno del otro, lo cual suele sorprendernos a todos cuando lo vemos.

Lengua: Su lengua no es bífida (como en la mayor parte de los lagartos) sino que adopta la forma de una especie de catapulta, es decir, se presenta muy gruesa en el extremo y puede proyectarse con enorme rapidez a una gran distancia (superior a la longitud de la cabeza y el tronco del animal juntos).

Extremidades: Las extremidades del camaleón son largas y delgadas, son capaces de sostener el cuerpo a cierta altura. Los dedos de cada "pie" presentan una estructura curiosa: dos exteriores y tres interiores en las extremidades anteriores y tres exteriores y dos interiores en las posteriores (es un poco lioso, pero con leerlo dos veces se acaba entendiendo). Ello hace de los pies una especie de tenazas que permiten al animal aferrarse firmemente a las ramas.

Mimetismo: ¿Cómo no íbamos a hablar de su habilidad más conocida? Todos hemos oído hablar de la capacidad del camaleón para cambiar de color. El cambio fisiológico de color es un proceso muy notorio y rápido en la mayor parte de los camaleones, pero esto no quiere decir que siempre puedan mimetizarse con lo que les rodea. Esta capacidad puede servirles para protejerse, confundiéndose entre plantas verdes o camuflándose en el color corteza de un árbol. Pero muy a menudo la coloración y las manchas desempeñan un papel determinado en las disputas entre individuos de la misma especie o simplemente reflejan un específico estado fisiológico. Por ejemplo, algunos adquieren durante el sueño una coloración pálida o blancuzca.

Camaleones como mascota:

Si bien es verdad que son unas criaturas asombrosas, no se puede decir que sean mascotas fáciles de mantener en cautiverio. Se estresan con facilidad, no les gusta que se las toque y pueden llegar a morder. No se recomiendan para las personas que nunca han tenido un reptil.

Si aun con todo esto piensas que un camaleón es para ti, necesitarás una pequeña guía de cuidados para hacerle la vida más cómoda:

Alojamiento:

No es fácil alojar a un camaleón en tu casa, necesitarás mucho tiempo y bastante espacio. Lo correcto es que un camaleón se encuentre en un terrario de maya metálica en lugar de uno de cristal, esto es porque el de cristal puede producirle, a largo plazo, problemas respiratorios, además puede provocarle mucho estrés al verse reflejado en sus paredes. Las medidas necesarias podrán variar dependiendo de la especie que escojamos, por lo que deberemos informarnos al respecto cuando sea oportuno, pero siempre se necesitará bastante espacio vertical. Como referencia, marcaremos 50x50x90 para un camaleón no muy grande. Es fundamental que lo coloquemos cerca de una ventana para que reciba la luz del sol, pero siempre evitando las corrientes, y algo muy importante es que deberá disponer de plantas naturales fuertemente sujetas para que el animal pueda trepar sin caerse.

Nunca deberemos juntar dos camaleones en un mismo terrario, a no ser que sea con fines reproductivos, ya que los camaleones son animales con una marcada territorialidad y se vuelven muy agresivos en contacto con sus semejantes.

Temperatura:

La temperatura creo que es el aspecto más importante (sin contar la alimentación) a tener en cuenta para poder darle una buena calidad de vida. Son verdaderos apasionados del sol y del calorcito, y dependiendo de cada especie deberemos mantener siempre un determinado control de la misma. Recordemos que, al igual que otros lagartos, necesitan calor y radiación UVB/UVA mediante el uso de tubos especiales para reptiles dentro de su habitáculo.También es muy importante un control de la humedad, y también varía según la especie. Como referencia, os dejaré esta tabla:


Temperatura

Humedad

Camaleón velado

26 a 35ºC

50%

Camaleón Jackson

21 a 29ºC

50 – 80%

Camaleón pantera

24 a 35ºC

60 – 85%


En todos los casos la temperatura máxima se ubica únicamente en los lugares de descanso, recuerda que debes crear un ambiente de temperatura gradual para que el reptil pueda regular su temperatura corporal. Siempre es mejor si puedes exponerlo a la luz solar natural una hora por día a través de una ventana abierta o en el exterior de la casa, siempre que la temperatura lo permita. Durante la noche no hace falta calefaccionar, siempre y cuando la temperatura de la casa no baje de 18-21ºC.

Alimentación:


Proporcionar una correcta alimentación de los camaleones es sin duda, junto a las condiciones de cautiverio, uno de los factores más importantes a la hora de mantener correctamente a nuestros reptiles.

Primero, hablemos del agua; los camaleones no beben agua de un recipiente, ni siquiera en la naturaleza tampoco acuden a fuentes de agua estancada como pueden ser charcos o manantiales. Ellos la consiguen lamiendo las hojas húmedas del ambiente, por lo tanto es importante crear un buen sistema de goteo que caiga sobre el follaje.

Ofrecerles una dieta lo más variada posible, y enriquecida con vitaminas y minerales cuando sea necesario, es indispensable para garantizar una buena salud de los camaleones. Debemos saber que, aun que a veces no lo parezca, los camaleones son animales que necesitan cazar para nutrirse, es decir, jamás aceptarán una presa que no esté viva. Podemos utilizar en mayor medida grillos, gusanos de seda, saltamontes y langostas como alimentos más equilibrados, y para variar el menú, podemos emplear de vez en cuando, cucarachas, zophobas, tenebrios, lombrices e incluso gusanos de cera. También las mariposas, insectos palo y demás insectos silvestres son ingeridos con avidez (pero ojo con darles insectos que hayan podido estar en entornos tóxicos). No te pierdas el espectáculo de ver a un camaleón cazando un insecto vivo con su pegajosa lengua, es fascinante.

Y eso es todo lo que puedo ofreceros. Como siempre, si estáis interesados en esta mascota, no dudéis en acudir a un experto en el tema.

Abrazos fieros para todos.

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