7 de enero de 2010

¿Por qué mi perro no acude cuando le llamo?


Los perros en general son obedientes, pero casi todos los propietarios nuevos en algún momento se llegan a quejar de que su perro no les hace caso. No es un problema del perro (en la inmensa mayoría de los casos), sino un problema del propietario.

¿Cual es el problema?

Para entender los motivos que empujan a un perro a no acudir a la llamada de su propietario es necesario conocer cómo aprende el perro. La primera dificultad del cachorro es conocer el significado del lenguaje humano, y es que palabras como "muy bien" o "ven" carecen de significado para ellos. El tono de la voz debe cambiar según las circunstancias, bien sea dulce cuando se trata de premiar o áspero cuando se trata de regañar.

¿Tiene esto solución?

¡Por supuesto! Será necesario enseñar correctamente al perro lo que esperamos que haga cuando ordenamos "ven", para ello podemos emplear algunos trucos.

Método A: Lleva al perro a un lugar amplio, al aire libre y dónde haya poca gente que lo pueda distraer. Le dejas vagar libremente durante un rato y, sin previo aviso pero sabiendo que el perro nos va a escuchar, pronuncias la palabra clave para su llamada, que en este caso será "ven", con autoridad, una sola vez y sales corriendo en dirección opuesta al perro. Automáticamente el perro, que ha escuchado la orden, irá corriendo en persecución tuya, pues teme perderte de vista.

Seguramente el perro lo interpretará como un juego y tratará de adelantarnos. En cuanto lo haya hecho, das media vuelta y echas a correr en dirección opuesta, repitiendo la orden "ven". A la tercera o cuarta carrera el perro habrá entendido que no se trata de un juego normal y se acercará a ti preocupado por un comportamiento que no alcanza a comprender. Es el momento de acariciarle y felicitarle. Repite varias veces el ejercicio y comprobarás que tu perro se acercará a ti cada vez más pronto.

¿Y si no obedece?

Frente a animales que sigan obstinadamente empeñados en desobedecer hemos de crear un estado de cosas tal que el perro crea que al orden del propietario tiene como único fin protegerlo de algún peligro desconocido. Puedes intentar llevar en el bolsillo un puñado de guijarros (piedras pequeñas y redondeadas) o similar, si tras la orden el perro no obedece aprovecha para lanzarlo unos cuantos al lomo (no te pases de fuerza). Ante la extraña y preocupante lluvia de piedrecitas el perro acudirá corriendo a nuestro lado para que le demos protección. Entonces prémiale con caricias.

4 conceptos a tener en cuenta:

1- No regañar jamás al perro cuando viene, esto es un error muy común entre todos los dueños.
2- Recompensarlo siempre que acuda a tu llamada.
3- Nunca corras detrás de tu perro par atarle, enseguida descubrirá que corre más que tú y jugará a tu costa como el gato con el ratón.
4- Cada vez que lo llames lo harás con la misma orden, expresada con firmeza y energía.

Abrazos fieros para todos.

Fuente: Revista PeloPicoPata

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Mil gracias!! estoy a punto de terminar de convencer a mi madre para que me compre un Labrador Retriever y dicen que es un buen perro ''cobrador'' espero que no de muchos problemas!

Oye como hago para que me traiga los zapatos al levantarme o cosas asi???

angy_team_edward@yahoo.es