15 de enero de 2010

El mirlo acuático


El mirlo acuático europeo (Cinclus cinclus) es una especie de ave paseriforme de la familia Cinclidae. Su hábitat incluye entornos acuáticos en América, Europa, y Asia.

Se trata de un ave de unos 18 cm de tamaño, con alas y cola relativamente cortas. Es de color pardo oscuro, con cabeza y nuca marrón, mentón, garganta y pecho de un conspicuo color blanco. Su abdomen de color castaño-rojizo o pardo oscuro. Juveniles de color gris pizarra en el dorso, con la parte inferior del cuerpo blanquecina, barrada en el pecho y blanca en mentón y garganta. No existe dimorfismo sexual apreciable en el plumaje.

Habitualmente viven en las orillas de ríos rápidos de montaña, aunque se pueden encontrar individuos erráticos en lagunas de montaña. Su preferencia por las aguas no contaminadas lo ha convertido en un bioindicador viviente de la pureza de un río.

Este "mirlo de agua" tiene una alimentación de lo completa y variada. Se alimenta principalmente de macroinvertebrados acuáticos que encuentra en el lecho de los arroyos, bajo los guijarros, pero no le hace ascos a capturar las larvas acuáticas de efémeras y libélulas, renacuajos o cangrejos, o incluso en ocasiones se le puede ver pescando pequeños peces, como pardillas, bermejuelas, lamprehuelas y cachos. En la superficie busca caracoles y limacos, o en un vuelo rápido sobre el agua atrapa mariposas y otros insectos.

Pero lo tremendamente fascinante de esta especie es la forma en la que atrapa sus presas. Esta ave es capaz de sumergirse en el agua, lo que (gracias a sus adaptaciones) le permite aletear e incluso caminar por el fondo del río para alimentarse, ayudándose con un pequeño aleteo si la corriente es fuerte. Esto es posible gracias a que su sangre puede portar más oxígeno que la de otros passeriformes, lo que les permite permanecer bajo el agua hasta 30 segundos, aunque por norma general no excede de los 10 o 20 segundos.

Y como prueba, os dejo un pequeño montaje que he hecho yo mismo, capturando secuencias de la genial seria de Félix Rodríguez de la fuente, "El hombre y la tierra":



Abrazos fieros para todos.

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